El trataba que su casa volviera a su forma original, pero la insistencia nocturna de los “pintores” lo superó, por eso hace cinco años decidió no pintar más el exterior de su casa.
El inmueble, ubicado en la Calle Emiliano Zapata 338, es pequeño, humilde, sencillo, pero esta sencillez se le quita cuando llegan los graffiteros a decorarlo con pintura en aerosol.
Es el graffiti “informal” el que tiene a Gaspar Esquivas y a sus vecinos cansados desde hace tiempo, no recuerda exactamente cuánto.
“A lo mejor años, seguro años, estos muchachos no se cansan y como ni modo de andarlos vigilando diario pues le siguen sin que nadie les diga nada”, comentó.
La estabilidad económica que le da una pensión a Gaspar Esquivas no le alcanza para comprar botes de pintura cada que los graffiteros llegan por la noche a su casa, por eso mejor decidió esperar a que la moda pase entre los muchachos.
“Sí pero como que ya duró mucho ¿no? A lo mejor ya ni es moda, es costumbre”, manifestó.
“Todavía uno les entendiera lo que dicen, pero el otro día que fui al Hospital Civil le dije a la señorita que me dio la receta, que estaban como los que pintaban las casas, que no se les entiende nada”.
El graffiti no distingue zonas de la ciudad, es como una epidemia que así como llega a Chapalita o Residencial Victoria, afecta también a colonias como la de Gaspar Esquivas, en Oblatos, en Miravalle, en La Perla, casi en todos lados hay casas pintadas por los graffiteros.
Su casa está en una esquina, la fachada es color beige y las aportaciones de los pintores en aerosol están en verde, rosa y negro; dentro de pocos, dijo, llegará el siguiente color con seguridad.
Cuando el Ayuntamiento de Guadalajara detuvo a tres jóvenes por dañar con esa actividad a La Minerva y fueron puestos a pintar otras fachadas, los vecinos de Gaspar Esquivas festejaron el hecho.
Libran de responsabilidad a las autoridades ya que, aseguraron, no pueden andar vigilando a todos los jóvenes de la ciudad, para ellos los que tienen que actuar son los padres de familia.
En la colonia Oblatos esta actividad se realiza normalmente en la noche, pues en el día las calles están llenas y hay mucha posibilidad de que los graffiteros sean vistos.