Para darle una mejor imagen a su colonia, los vecinos del Fraccionamiento Torres del Nilo pintan sus bardas para borrar el graffiti y aprovechan la actividad para reunir a la familia.
Con los diez pesos que mensualmente aporta cada vecino y con la colaboración de la mano de obra de los residentes, el comité de colonos adquiere la pintura del color de cada edificio para eliminar el graffiti que en los últimos años se ha incrementado.
“A raíz de la poca o mucha vigilancia que nos manda el Ayuntamiento (de Tonalá), la colonia empezó a ser invadida por graffiti, se empezó a incrementar a partir de fines del 99, que fue ya cuando se empezó a notar más en la colonia, empezamos con dos edificios y a finales del 99 ya teníamos un 90 por ciento de los edificios (dañados)”, comentó Juan Ramón Rodríguez González, presidente del comité vecinal.
En una de las asambleas bimestrales que realiza el comité se propuso darle solución al problema ya que era una situación que podían enfrentar con una baja inversión.
Les llevó un par de meses reunir dinero y comenzar a comprar la pintura para repintar las primeras torres del fraccionamiento.