Miguel Angel Oliva Alcalá, de 18 años y su amigo Luis Manuel, de 16 años, cumplieron con pintar, esta vez con pintura blanca, algunas bardas de la Colonia El Zalate.

El servicio comunitario se encuentra estipulado como medida preventiva para los jóvenes que son capturados graffiteando las paredes de la ciudad, debido a que la acción es considerada como falta administrativa y no como un delito.

Los jóvenes que fueron capturados el sábado comenzaron a reparar el daño a las 23:00 horas del mismo día y durante algunas horas trabajaron en repintar las bardas, incluyendo las de la Primaria Sor Juana Inés de la Cruz ubicada en aquella colonia.

De acuerdo con el reporte de la Policía Municipal de Guadalajara estos jóvenes se encontraban la tarde del sábado junto a otros cuatro adolescentes pintando en las paredes de la Secundaria número 40, ubicada en la Colonia Miravalle.

Al ser detenidos ellos manifestaron que tenían permiso de las autoridades educativas, pero no traían consigo el papel que les permitía dibujar en el lugar y que supuestamente les había entregado personal del centro educativo.

Ante esta situación dos de estos jóvenes fueron trasladados a los separos de la corporación, los otros habían alcanzado a fugarse y escapar de los uniformados.

Los jóvenes dijeron aceptar el castigo, bajo el argumento de estar en contra de los graffiteros, y que cuando fueron detenidos ellos pintaban mensajes contra las adicciones.

Sin embargo en la corporación, el Juez municipal determinó que ellos deberían cumplir 36 horas de arresto o pagar la multa correspondiente y además reparar el daño ocasionado a la sociedad, pintando otras paredes graffiteadas para poder salir libres por su falta administrativa.

El castigo de los jóvenes se mantuvo las 36 horas, intercalando descansos hasta cumplir el castigo, informaron en la corporación tapatía, donde los jóvenes fueron liberados ayer por la mañana.