Tendrán mamparas los graffers tapatíos    

El Ayuntamiento de Guadalajara presentó ayer su programa anti graffitien el que se contempla la colocación de mamparas en diversas colonias y la donación de pintura para rehabilitar edificios públicos y particulares, con una inversión de un millón de pesos. El Alcalde de Guadalajara, Héctor Pérez Plazola, reiteró su opinión de que el graffiti es dañino y agresivo, y aunque Guadalajara a diferencia de otras ciudades del mundo no considera aún cero tolerancia, dejó en claro que se aplicará el Reglamento de Policía y Buen Gobierno. Se multará a los padres de familia, aseguró, con uno a 100 salarios mínimos si sus hijos graffitean inmuebles públicos o particulares sin permiso de los propietarios. Pérez Plazola, sin precisar el número, dijo que se instalarán mamparas en las colonias para que los jóvenes tengan otra forma de expresarse sin dañar el patrimonio municipal ni el particular. Agregó que el Ayuntamiento ofrecerá pintura a propietarios de fincas dañadas para restablecer sus inmuebles y la autoridad municipal hará lo propio en sus edificios, y esperan que en diciembre se vean los primeros resultados. El programa contempla la compra de 10 mil a 13 mil cubetas de pintura en una primera etapa para limpiar de graffiti todos los edificios públicos del municipio y para dotar de la misma a todos los particulares que así lo soliciten en la Oficialía Mayor de Desarrollo Social. Hugo Escobedo, coordinador del programa Guadalajara Joven, informó que de acuerdo a una investigación realizada por la Dirección de Seguridad Pública de Guadalajara y Desarrollo Social, el 85 por ciento de quienes graffitean son menores de edad de todas las clases sociales. Entre las causas mencionó la carencia de cultura cívica, falta de atención desde el seno familiar, carencia de actividades productivas y pérdida de la identidad entre otras. El programa anti graffiti lo inició el Ayuntamiento tapatío en coordinación con las acciones recientemente emprendidas por el Gobierno del Estado. El proyecto contempla la cesión de algunos espacios para jóvenes que desean expresarse, siempre con el consentimiento de los vecinos y la supervisión de la autoridad.