Se deslindan Municipios de actuar vs. graffiteros

Para que los graffiteros sean consignados ante el Ministerio Público, falta que los afectados denuncien por el daño a sus propiedades y que se aplique más rigor, consideró el director de Justicia Municipal de Guadalajara, Sergio Sánchez Villarruel.

Sánchez Villarruel dijo que el 70 por ciento de los detenidos por “rayar” son menores, en los que se aplica la Ley de Justicia Integral para Adolescentes, la que pocas veces permite que sea internado.

Los adolescentes graffiteros, dijo, actualmente son sancionados con la legislación estatal sólo con un apercibimiento o una libertad asistida.

“Como este problema es en su mayoría cometido por menores de edad, no es tan importante que se legisle propiamente en el Código Penal, porque al fin de cuentas la ley que se les va a aplicar es la de Justicia Integral para Adolescentes”, señaló.

Durante el 2007, en juzgados tapatíos se recibieron 361 graffiteros, de los cuales sólo 94 fueron consignados. En lo que va del 2008, se han consignado a 17 detenidos y se aplicaron sanciones como falta administrativa en 38 más.

En la mayoría de los casos, dijo, es porque no se localiza a los propietarios de los inmuebles o lotes donde se encontró a los detenidos en flagrancia y por lo tanto no hubo denuncia en su contra.

En estos casos, agregó, sólo se aplican las sanciones municipales que consisten en multas que van de los 15 a los 100 salarios mínimos o arresto hasta por 36 horas.

Cuando la superficie dañada se trata de un bien público o propiedad municipal, sí se consigna a los graffiteros porque los juzgados notifican del hecho a la Sindicatura para que se proceda con la denuncia correspondiente.

 

 

No pueden comprobar

 

El director de los Juzgados Municipales de Tlaquepaque, Juan Luis González Montiel, aseguró que sí se ponen a disposición del Ministerio Público a los vándalos que sorprenden haciendo graffiti.

La limitante para que procedan de esta manera, explicó, es que no se pueden remitir si sólo se presume la acción, pero no está comprobada o carece de testigos.

“Con la simple presunción de que un muchacho graffiteó, no se puede. Imagínate que llegan los policías y ven en una barda un graffiti y a una cuadra ven a un muchacho con una lata de pintura, entonces se lo llevan y le dicen ‘es que tú pintaste esa barda’, ‘no, espérame, es que yo sí traigo un bote para pintar, pero yo no pinté ¿cómo me lo compruebas?'”, explicó.

Los afectados por el graffiti prefieren llegar a un convenio con el infractor en vez de que sean consignados, informó el abogado de los juzgados de Tonalá, Vicente Ríoverde.