Cansado de que jóvenes de la Colonia Paseos Del Briseño plasmen graffiti en la barda de su taller, un hombre salió en busca de los presuntos responsables y fue detenido debido a que supuestamente amagó con una pistola a un adolescente. Jorge Enrique Contreras Luna, de 43 años, fue remitido ayer a los separos de la Policía de Zapopan luego de que presuntamente amenazó con una pistola calibre .25 a un joven de 15 años, a quien creía responsable de “las pintas” que habían aparecido en la pared del frente de su taller de soldadura. Entrevistado en las celdas de la Dirección de Seguridad Pública de Zapopan, Contreras Luna admitió que se enfureció al constatar que en el frente de su taller había graffiti de nuevo. “Es que me enojé mucho cuando vi que habían rayado el frente de mi casa, a cada rato me hacen pintas en la barda donde tengo mi taller y por eso fui a reclamarle a la mamá de uno de los muchachos que andan por ahí de vagos y que tienen pintarrajeada toda la colonia, incluso a un vecino mío también le graffitearon el carro que estaba acabadito de pintar”, refirió. El frente del taller de soldadura, ubicado en la calle Paseo de Los Antepasados 102, según su propio dueño, ha sido graffiteado por lo menos 15 veces en un año y ayer que fue pintarrajeado por última vez estaba recien enjarrado, versión que corroboraron vecinos. A pesar de admitir que se había molestado, Contreras Luna negó haber intentado dañar a alguno de los menores. “Yo fui y hablé con los familiares del muchacho y les hice ver que de alguna manera me tenían que reparar la barda pintarrajeada, pero nunca pensé en hacerle daño a alguien, incluso cuando llegó la Policía por mí, la situación era muy tranquila y ya estábamos hablando con los papás y la abuelita del muchacho en buenos términos”, aseguró. Con respecto a la posesión de la pistola, Contreras Luna no quiso hacer ningún comentario al respecto y prefirió no mencionar si era o no de su propiedad. Por su parte José Manuel, de 15 años, quien fue el menor al que supuestamente Contreras Luna amagó con el arma mencionada, comentó que él no había tenido nada que ver con la “pinta” que se había hecho en la barda del taller. “Yo estaba afuera de la casa de un amigo y de repente vi que un señor (Contreras Luna) venía muy enojado caminando por la banqueta y llegó a querer golpear a mi amigo, pero yo me interpuse y fue cuando sacó la pistola y me la puso en el cuello, pero después salieron los papás de mi amigo y se puso a hablar con ellos”, relató.