Más tardan las autoridades o los vecinos en quitar un graffiti, que los vándalos en volverlo a rayar.
Las acciones para prevenir el vandalismo se realizan de manera descoordinada en la zona metropolitana y más enfocadas en quitar los rayones que en buscar estrategias preventivas.
En Guadalajara, por ejemplo, dependencias como Seguridad Pública y Ecología, involucran a las asociaciones vecinales para que sean los vigilantes de su entorno y los que decidan en qué espacios se deben borrar las marcas.
La dirección de Ecología considera que el problema del graffiti afecta a todo el Municipio, desde la Catedral, pasando por monumentos, hasta los 11 pasos a desnivel que se sanean una vez al año, pues la limpieza de un túnel tarda hasta 15 días.
Los pasos vehiculares más dañados son los de Gobernador Curiel, Javier Mina y el de la Calzada Independencia y Periférico, mientras que las colonias del oriente y el sur, como Miravalle, son también de las más “rayadas”.
Uno de los intentos por prevenir el graffiti fue la propuesta de la Administración de Fernando Garza en el 2002, al pedirle al Legislativo que aprobara sanciones municipales contra personas que presten, cambien, vendan o compren pinturas en aerosol, enervantes y otras sustancias con multas de 714 a mil 600 pesos.
Esto con el antecedente de que en enero de ese año la Policía tapatía detuvo a tres jóvenes, presuntos responsables de graffitear la Glorieta Minerva. El hecho también causó que dos diputados presentaran por separado iniciativas para endurecer las sanciones. El acuerdo al que se llegó en el 2003 fue tipificar el graffiti como daño al patrimonio urbano.
En Zapopan tienen un Departamento de Control de Graffiti, sin embargo, no cuentan con teléfono para hacer reportes y limpian las bardas según las peticiones de las asociaciones de colonos.
“Queremos hacer conciencia con la gente de que cuiden tantito más, porque hay colonias que les limpiamos en la mañana y a las dos horas ya está otra vez graffiteado, el mismo propietario no tiene cuidado”, lamentó Juan Octavio Güitrón, director de Mantenimiento Urbano de Zapopan.
En Tlaquepaque, la dirección de Servicios Públicos inició el 6 de diciembre un programa en el que se invierten 70 mil pesos en pintura para borrar graffiti.
En Tonalá, la dirección de Mejoramiento Urbano invierte, en promedio, 20 mil litros de pintura al año para la fachada de fincas que son graffiteadas.
¿Se la rayan?
Consejos para quienes han sido víctimas del graffiti o quieren disminuir las posibilidades de que les rayen su casa o negocio.
-Tome medidas para tener buen aspecto en su residencia y manténgala limpia y aseada, el aspecto exterior que sugiere apatía y descuido atrae a los vándalos.
-Quite el graffiti rápido. Trabaje con las autoridades para asegurar que el graffiti se quite rápidamente de zonas públicas cerca o alrededor de su residencia.
-Incorpore arbustos, plantas con espinas y enredaderas para impedir el acceso de vándalos a las paredes de su residencia; cercos, garajes y bardas atraen el graffiti.
-Agregue o mejore al alumbramiento alrededor de su propiedad con el fin de promover la vigilancia natural. Solicite que en la comunidad donde vive instalen alumbrado en zonas oscuras y que atraen el graffiti.
-Tome en consideración un sistema de seguridad para su casa y ponga letreros que avisen que está funcionando.
-Para habitantes de departamentos y condominios, póngase de acuerdo con los vecinos para incorporar la prevención de graffiti en el plan de seguridad del edificio.
-Solicite que la policía aumente la protección de la zona donde vive, particularmente si hay callejones, lugares sin alumbrado, propiedades vacantes u otras que atraen el graffiti cerca de su residencia.