Mientras en Jalisco apenas se dan los primeros pasos para endurecer las penas contra los graffiteros, en otras partes del País ya se han tomado medidas para combatir el problema.
El 27 de febrero del 2003, el Cabildo de Saltillo, Coahuila, endureció el castigo para los graffiteros con multas de hasta 6 mil pesos. El 2 de junio del 2004, el Congreso del Estado aprobó reformas al Código Penal y tipificó el delito de “grafito” para quien realizara pintas.
Con las modificaciones legales se acordó dar de tres meses a seis años de cárcel a quien incurra en el delito, además de pagar la multa y reparar los daños.
Otro elemento antigraffiti es que los diputados acordaron que quien reincida en el delito ingrese al Penal, pues pierde el derecho a la libertad bajo fianza.
En junio del año pasado, en Nuevo León se aprobaron reformas al Código Penal del Estado para tipificar el graffiti como un delito autónomo con penas de hasta 15 años de prisión para quienes incurran en él.
Con la reforma, el graffiti se perseguirá de oficio y prevé sanciones económicas de hasta 300 días de salario mínimo (15 mil pesos) y trabajos en favor de la comunidad.
En Querétaro, el Código Penal establece que a quien sea sorprendido graffiteando se le impondrá pena de prisión de entre 6 meses y 3 años y una multa de entre 30 y 300 días de salario mínimo; cuando los graffitis se hagan en edificios públicos, históricos o monumentos, las penas aumentan a entre 1 y 5 años de prisión y multas de entre 60 y 600 días de multa (30 mil pesos).
Más allá de los cambios legislativos, en ciudades como Tijuana se realizan estrategias integrales.
En la ciudad fronteriza se capacitó a padres de familia y alumnos de escuelas primarias y secundarias para realizar acciones de prevención contra el graffiti.
Los cursos fueron impartidos por la Unidad Antigraffiti, de la Dirección de Policía y Tránsito Municipal. En la ciudad, alrededor de mil 500 escuelas de 900 colonias han recibido o recibirán la instrucción.
Las penas contra graffiteros en Tijuana pueden alcanzar hasta 6 años de cárcel y multas por un monto de 16 mil pesos. Además, los graffiteros son obligados a realizar trabajo social y a recibir atención sicológica para evitar la reincidencia.
Marcan territorios
El graffiti marca territorio y advierte a los visitantes sobre los peligros de cruzar cierta zona desde la Grecia clásica, indicó Francisco Javier Mercado Muñoz, jefe del departamento de Artes Visuales del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD).
Sin embargo, agregó el experto, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, se trata de una herencia de los grupos cholos de Los Ángeles y Nueva York, donde las pandillas latinas marcan territorios con símbolos y signos que, en muchas ocasiones, sólo pueden entender los miembros de determinado grupo.
“En la actualidad, ya ni siquiera son pandillas bien conjuntadas. Ya hasta un grupo de dos o tres personas intervienen, o pintan, o maltratan monumentos, edificios patrimoniales, etcétera”, indicó el académico.
Mercado Muñoz agregó que es posible clasificar al graffiti en dos grupos, el vandálico y el artístico. En el primero, se incluyen las pintas que dañan propiedades privadas o de valor patrimonial con letras estilizadas y poco entendibles para el público en general. Estas expresiones, agregó, siempre incluyen la letra “R” en los dibujos, que sirve de advertencia para los pandilleros que no forman parte del grupo dominante en la zona.
De multas a multas
Sanciones establecidas contra graffiteros en diferentes estados:
En Nuevo León
· Multa de hasta 300 días de salario mínimo (15 mil pesos) y trabajos en favor de la comunidad. Prisión de hasta 15 años, y además se persigue de oficio.
En Coahuila
· Multas de hasta 6 mil pesos. Prisión de tres meses a seis años, y quien reincida pierde el derecho a la libertad bajo fianza.
En Querétaro
· Multa de 30 a 300 días de salario mínimo. Prisión de 6 meses y hasta 5 años.
En Jalisco
· El Código Penal sanciona con 10 a 50 jornadas de trabajo en favor de la comunidad y de 50 a 210 días de salario mínimo (entre 2 mil 500 y 10 mil 500 pesos) de multa.
· Al reincidente se le aplicará pena de dos a cuatro años de prisión.
Pero en Guadalajara
· Sólo está establecido como una falta administrativa, por lo que el Municipio solamente sanciona con multa de 15 a 100 salarios mínimos (5 mil pesos) ó 36 horas de arresto.