En la mano izquierda “el Cobel” trae el diseño, en la derecha pintura en aerosol. Con toda la calma del mundo plasma su idea en una barda. La Policía está cerca, pero él no huye.
Su dibujo es un tanto raro. Lo hizo en un rato de alucine. Le tomó una hora poner su idea en una hoja de papel y tan sólo 20 minutos pintarlo en la barda. Mientras “el Cobel” detalla la figura del cuerpo humano con rostro de marciano, su compañero, “el Mate”, hace el diseño de sus iniciales. Quieren dejar en claro que ellos son los autores de ese graffiti.
La Policía se acerca. “El Cobel” los ve. Sería momento de echarse a correr, pero se quedan tranquilos. El graffiti que está haciendo es “legal”, pues forma parte del concurso convocado por el Ayuntamiento de Zapopan.
“El Cobel” y “el Mate” ya dejaron la pinta clandestina, en parte porque el Ayuntamiento abrió estos espacios y también porque la pintura subió de precio. Por siete años adornaban las bardas con sus diseños. Algunas veces la Policía los cachó con las manos pintadas y tuvieron que pasar varios días en los separos preventivos.
Ayer se llevó a cabo el concurso de graffiti en cuatro zonas de Zapopan: San Juan de Ocotán, Tabachines, Tutelar y la Tuzanía. Cerca de 200 jóvenes plasmaron sus ideas en bardas reservadas para ellos.
Ricardo Bañuelos, jefe de Atención Ciudadana de la Dirección de Mantenimiento Urbano, señaló que desde que se iniciaron con este tipo de eventos el graffiti en Zapopan ha disminuido en un 85 por ciento.
“El Cobel” y su compañero terminaron su dibujo. Saben que no tendrán un premio, sólo un reconocimiento y la exhibición de su trabajo por 10 días.