Marco Chavira traslada a un muro sus imágenes como se perciben en una computadora
no teme a las leyes antigraffiti porque los trazos que él deja sobre los muros están cargados de intención y de un objetivo. Ya no tira rayas nada más porque sí, aunque admite que sí llegó a graffitear de “morro”.
Ahora Marco explota las formas; eso es lo que lo jala desde hace unos años a crear sus propias manifestaciones artísticas, que si bien podrían obligar al espectador a hablar del graffiti, asegura que no lo son, porque ya no se trata de un acto clandestino, sino de un arte “puro y sencillo”.
Este joven de 22 años trasladó sus imágenes pixeleadas, tal y como se perciben en una computadora, a un muro de 4 metros de ancho por 10 de largo que se encuentra en el edificio central de las instalaciones de la Universidad Pedagógica Nacional, plantel Tlaquepaque, con motivo de su 20 aniversario de fundación.
A sabiendas de que no iba a recibir paga alguna, Marco aceptó el reto invitado por uno de los miembros de la Sociedad de Alumnos de esta institución.
Lo único que pidió a cambio fue que le proporcionaran todo el material que fuera a necesitar.
“Se me hizo chido porque era mi primer proyecto individual, además porque es un edificio público y cuenta para el currículum. Yo había dicho que nunca en mi vida iba a pintar un mural porque se me hacía anacrónico, pero se me presentó la oportunidad y ni modo, me tuve que tragar mis palabras”.
Este trabajo, tardó más de lo planeado en contar con un buen fin, porque como Marco lo expresa, el estilo de sus creaciones no es lo que cualquier persona podría imaginar como un mural.
Así que los directivos de la UPN se la pensaron más de la cuenta, “por grilla”, como dice Marco y en vez de dar fecha de inicio para junio o julio, comenzó hasta octubre.
“La inauguración debió haber sido el 20 de noviembre y a mí sólo me querían dar un mes para pintarlo, del 20 de octubre al 20 de noviembre. Sólo y con chico murote no me lo iba a alcanzar a aventar y total, hasta estas vacaciones de diciembre que tuve tiempo otra vez lo hice.”
El predominio de las franjas y los colores vivos que este joven alterna con la intención de semejar a la pantalla de una computadora, son algunas de las particularidades de este trabajo en el que reflejó la figura de José López Portillo, ex Presidente de México y fundador de la Universidad Pedagógica Nacional en 1982; la masa de profesores, y por último, la imagen de la educación.
“Pintor yo nunca me he sentido. Pintor es el que pinta y yo no pinto, me gusta mucho pintar, pero disfruto más que nada el hacer cosas, el recortar, pegar; escaneo, dibujo, modifico con la computadora, hago collage y ondas así”.
Esas “ondas” son las que definen las líneas de acción de Marco, a quien le interesa mucho más el proceso que implica el trabajo que hace que el resultado que deriva de mucho tiempo invertido.
“Pienso que la obra de arte en sí no es fin, sino el inicio hacia una reflexión. Me interesa más todo ese rollo por eso es que me gusta mucho el arte contemporáneo, el conceptual, el minimal me gusta mucho”, expresa este admirador de artistas como Basquiat.
De hecho, confiesa, su tesis está basada en la corriente minimalista asociada a la estructura de la cual parte la música electrónica, abstracta y minimal a la vez, como la de Aphex Twin.
“El minimalismo es la mínima expresión de la pintura y el color. En la música es el ritmo, la mínima expresión del ritmo”, explica.
Y también explica que lo que se puede apreciar en la UPN son simplemente colores, una composición.
“Algo que se vea chido, no tiene ninguna otra pretensión. Hay trabajos en los que sí, lo que me interesa es resaltar un aspecto técnico”.
Pero en este trabajo, Marco quiso remitir a los receptores de su mensaje a pixeles y barras, que unidas y plasmadas en ese muro parecen como la proyección de lo que se podría ver en una computadora personal.
Gustoso de contarlo, este artista dice que repetirá la experiencia, pero en esta ocasión su punto de ataque será una de las paredes que se encuentran en la Escuela de Artes Plásticas de la UdeG, ubicada en el Patio del Ex Claustro de Santa María de Gracia, en donde cursa el penúltimo semestre de la carrera de Pintura.
Aún se encuentra trazando el esbozo del producto final, el cual comienza este mes de febrero.
Nombre: Marco Chavira
Edad: 22 años
Estudios: Cursa el penúltimo semestre de la carrera de Pintura en la Escuela de Artes Plásticas de la UdeG
Inspiración: La música electrónica, abstracta y minimal
Artista que admira: Basquiat