Reconocen la labor de seis ‘graffers’, de 40, en el Tianguis Cultural
Aída Vázquez, de 22 años y mejor conocida como “La Peste”, se dedica a graffitear desde hace 8 años y considera que esta actividad, como forma de expresión, debe respetarse por parte de la sociedad. Pero también acepta que durante un tiempo los graffiteros rayaron la ciudad, pero ahora buscan manifestarse de una manera ordenada e incluso aceptan el apoyo del Gobierno estatal. Ayer en el Tianguis Cultural se premiaron a seis graffiteros de un total de 40 que participaron en la pinta de bardas de temas libres; el reconocimiento consistió en la entrega de aerosoles por parte de conocida empresa de pinturas. Vázquez forma parte de la agrupación Master Graffiti que impulsa a los jóvenes que no sólo se dedican a pintar bardas, sino a actividades deportivas también. Desde hace año y medio Aída se dedica a hacer murales en la vía pública, así como trabajos particulares en casas y restaurantes. Los graffitis de Vázquez, como ella misma lo menciona, se pueden observar en las principales avenidas de Guadalajara, como Lázaro Cárdenas, Gobernador Curiel, López Mateos, Patria y Copérnico; incluso ha tenido que trasladarse hasta la antigua penal, y en Oblatos. Básicamente le gustan los colores pastel y aunque los temas son libres se inclina por la naturaleza, el mar y las mariposas. “Me inclino hacia la naturaleza, los animales. Todo lo que sea marino, aunque también me laten las mariposas”, señala, “me gustan también los colores azules porque se pueden difuminar muy fácil”. Para preparar la pared que servirá de mural para Aída, primeramente debe estar limpia, después fondearla con pintura vinílica y darle una capa de sellador para muro, esto con el objetivo de evitar gastos excesivos en el uso de los aerosoles. “Esto da un mejor acabado y no se deteriora tanto la pared, luego camuflajeas con el color que decidiste y así gastas menos aerosol, porque es muy caro”, comenta. Aída Vázquez puede decir ahora que prácticamente vive del graffiti, ya que por los trabajos que realiza en casas-habitación y restaurantes, y dependiendo de las características de la obra, los costos pueden ir de los 500 pesos hasta los 5 mil pesos. Y el tiempo que dura todo el proceso puede ser de ocho horas hasta de dos días. Recuerda que cuando comenzó a graffitear tuvo problemas legales qué enfrentar, y que incluso ahora que hay permisos los graffiteros tienen que sortear algunas dificultades. “Ahorita la gente ya se está abriendo un poquito más, o por lo menos se resignan a que esto es una forma de vida y se interesan, porque no sólo es destrucción y vandalismo, también hay arte”, apuntó. Confían en apoyo Juan Zermeño, alias “El Pato” e integrante también de Master Graffiti, indicó que llevan 7 años trabajando y que el Gobernador, Alberto Cárdenas, les ofreció un apoyo de un millón de pesos, y que confían en las autoridades estatales. “El lo que busca es una ciudad digna y los jóvenes espacios y no represión”, dijo, “se hizo un trato de caballeros y creemos que él tiene palabra”. Zermeño también consideró que ahora el graffiti es una expresión positiva y que comprende actividades deportivas y trabajo, no sólo vandalismo.