Colocan tres empresas espacios reservados para la ‘inquietud’ de los jóvenes
Si no puedes con ellos… únete… es lo que los dueños de tres negocios pensaron para combatir a los graffiteros. Y es que es común ver paredes y fachadas pintadas con graffiti en la ciudad, pero lo que resulta fuera de lo común es ver una barda pintada con graffiti en armonía. Para contrarrestar las pintas de los graffiteros que dañaban sus fachadas, tres negocios prefirieron destinar un recuadro específico en sus paredes para que ahí se exprese el graffiti. El método sí les ha dado buenos resultados a los dueños y vecinos de esas bardas, pues han disminuido el costo de tener que repintar toda una pared y han mejorado la imagen de sus locales. Uno de los negocios que adoptó este sistema es un Oxxo ubicado en la Avenida Copérnico, en donde el graffiti daba la bienvenida con no tanto gusto a los clientes. El recuadro denominado “Exclusivo para artistas” ha controlado en buena medida las pintas en la fachada de la tienda; ahora se puede pasar por ahí y admirar un buen arte urbano mientras se compran los refrescos. Una empresa de transportes refrigerados, ubicada muy cerca del Parque Liberación, ha aplicado este mismo sistema desde hace alrededor de un año y medio. Personal administrativo de la compañía afirmó que el gasto para borrar el graffiti de su fachada rebasaba hasta los 2 mil pesos, que tenían que invertir en volver a pintar de blanco la pared; y esto a veces lo hacían una vez a la semana. El “Area exclusiva para graffiti” permite a los dueños gastar menos y educar a los grafiteros, quienes ahora van y piden permiso a los propietarios, y si es necesario se les da constancia por escrito para que no los sancione la policía al estar graffiteando. El tercer negocio que tiene su recuadro, “Pinta tu arte aquí”, es una refaccionaria amarilla ubicada sobre la Avenida Lázaro Cárdenas, la cual era adornada casi en su totalidad por el graffiti. El gasto de pintar la fachada ascendía ahí alrededor de 36 mil pesos, comentaron los encargados del lugar. Ya con su recuadro especial sólo gastan 2 mil pesos de mantenimiento mensual. El encargado manifestó que llegaron a un acuerdo con los chavos y si éstos quieren pintar de nuevo el área reservada, el personal de la refaccionaria les presta hasta la escalera para que pinten con comodidad. En cada uno de estos tres lugares, con el recuadro para graffiti, se va creando un respeto por la propiedad privada en la que los chavos hacen sus pintas, y las fachadas ahora sí lucen de un sólo color.