‘El Creal’, ‘El Perno’ y ‘El Bocal’ tienen 15 años y su pasatiempo predilecto es grafitear la ciudad y su colonia, el Fraccionamiento Bugambilias. “La verdad es que sabemos que es un crimen y por eso nos gusta, nos gusta sentir la adrenalina de que hacemos algo prohibido”, aseguró ‘El Bocal’, quien portaba pantalón de vestir, camisa de cuello y suéter porque iría a visitar la Gran Plaza. La paredes grafiteadas en las paredes de un buen número de casas en este exclusivo fraccionamiento son la prueba de que este fenómeno ha invadido a la mayoría de las colonias de Guadalajara, inclusive las de acceso restringido como ésta, ubicada a las afueras de la metrópoli. En el Fraccionamiento Bugambilias se limitan a repintar las bardas rayadas, ya que cuando detienen a algún adolescente, quienes los denuncian se niegan a levantar cargos y los vigilantes simplemente llaman a sus padres para que se los lleven, aseguró Jaime Medina, jefe del departamento técnico y de mantenimiento de la colonia. “Lo que hacen si los atrapan pintando es llevarlos con sus padres, pero algunas veces los padres los defienden diciendo que les dieron permiso para pintar”, dijo Medina. Los vecinos saben quiénes son, en ocasiones los persiguen para reprenderlos, otras veces llaman a la patrulla de vigilancia, pero tarda mucho tiempo en llegar. “No sé qué sienten al rayar, a mí me ha tocado verlos rayando y cuando uno les dice algo le contestan: ¡qué le importa!”, comentó la señora Esquivel, quien tiene la pared lateral de su casa cubierta de graffiti. Los tres amigos se muestran orgullosos de sus pintas y a la vez cautelosos porque no quieren que sus padres se enteren por medio del periódico que andan por ahí ‘plaqueando’ la colonia. No sólo pintan en Bugambilias, también lo hacen en la ciudad, principalmente en avenidas importantes, siempre lo hacen por la noche cuando regresan de alguna fiesta, comentó ‘El Bocal’. “Cuando salimos nos llevamos un bote (de pintura en aerosol), que nos cuesta entre 20 y 30 pesos y un guante para no mancharnos y dinero para darle a los polis por si nos agarran”. La suma que prevén en caso de ser interceptados por alguna patrulla mientras ‘plaquean’ en la ciudad es de 250 pesos por ‘cabeza’, para que los dejen ir a sus casas. “A los vigilantes de aquí adentro no los puedes sobornar, nomás a los policías de afuera”, agregó. Una amiga de su edad, conocida como ‘La Seña’, es la que los lleva en su auto Jetta, último modelo, a ‘pintar’, ya que explican, es común ver a mujeres en los ‘crues’, que son los grupos de adolescentes que se reúnen para ‘plaquear’.
Grafitean ‘chicos fresa’ las casas en Bugambilias
Lugar donde sucedio la nota: Fraccionamiento Bugambilias
Autor: José David Estrada Periodico: Mural Fecha: 9 enero, 1999
Personas involucradas: "El Bocal" / "El Cereal" / "El Perno" / Graffiteros o Artistas / Jaime Medina / Sociedad Civil
Topicos que se abordan en la nota: Autoridades incompetentes / Contaminación visual / Daño de propiedad privada / Daño por graffiti / Delincuencia / Falta de valores familiares / Inconformidad ciudadana por el graffiti / Limpieza de graffiti / Quejas / Vigilancia contra el graffiti
Aborda el fenomeno desde que dimensión de la legalidad: Ilegal
Sección: Comunidad / Primera Plana Pagina: 1 # de Imagenes: 1