Cualquier momento del día -y la noche- es perfecto para dejar “huella”.
El graffiti no respeta a nadie, por igual aparece en fachadas de casas o negocios que en monumentos históricos ubicado en el Centro o la periferia; las columnas que sostienen las vías de la Línea 3 están llenas de pintas e incluso iglesias sirven para plasmar firmas al grado de que en algunos templos, como El Refugio, se ha optado por poner letreros advirtiendo que los muros exteriores no son lienzos.
“Todos los días borramos graffiti totalmente por todos lados, no respetan absolutamente nada, se nos acentúa un poquito más el problema en la zona oriente y en la zona sur del Municipio”, admitió Gabriel Real, director de Mantenimiento Urbano de Guadalajara.
Los monumentos favoritos por los vándalos para plasmar sus firmas son la estatua de Matute Remus, ubicada sobre Avenida Juárez, en el antiguo edificio de Teléfonos de México; los muros del Templo El Refugio, y, últimamente, la pieza de Arte Público, “Sincretismo”.
Para el borrado de la pintura en monumentos, destacó Real, se cuenta con un especialista al que se recurre para no dañar de más la pieza.
También, dijo, es común que se pinten edificios históricos de cantera, lo que dificulta el borrado, pues se requiere de una máquina especial para tallar la piedra sin desgastarla de más; este aparato trabaja a presión con arena silica.
El Código Penal, en su artículo 261 Bis, establece sanciones que van desde el trabajo comunitario hasta cuatro años de cárcel a quien utilizando cualquier sustancia o medio plasme sin consentimiento signos, códigos, mensajes, figura o dibujos en bienes muebles o inmuebles.
Sin embargo, la detención de estas personas es difícil, pues se protegen en la oscuridad de la noche y para llevarlos ante el juez es necesario sorprenderlos en flagrancia.
De acuerdo con registros de MURAL, de junio a la fecha se detuvieron a cinco jóvenes por pintar monumentos históricos, dos de ellos fueron sorprendidos cuando graffiteaban las columnas del Teatro Degollado; los otros tres, plasmaron líneas en el Ex Convento del Carmen.
En caso de muros de túneles o fincas, así como algunas piezas de arte como los Arcos de Milenio, se pintan nuevamente para borrar el graffiti.