El graffiti no respeta ni la antigüedad.

El museo de Arqueología de Occidente de México y las columnas del siglo 19, que pertenecieron al Hospicio Cabañas y que están en exposición en el Parque de Arqueología, están dañadas por el graffiti.

“Esto que estamos viendo, semana tras semana se incrementa. Esta semana se hizo una marcación con rojo, de graffitis. Es preocupante que un centro cultural esté manifestándose de esta manera”, dijo el director del Instituto Jalisciense de Antropología e Historia, el maestro Juan Gil Flores.

Las columnas, que conformaban el tambor de la cúpula del Hospicio Cabañas, fueron creadas por Manuel Gómez Ibarra en el siglo 19. El museo fue construido a finales de los 50 por el arquitecto Julio de la Peña. Ambas son consideradas parte del Patrimonio de la Ciudad, dijo Eduardo Padilla, quien es profesor del Taller de Restauración de Pintura y Mural de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente.

“Debemos de tener un poco de respeto a la historia y el pasado de la Ciudad, independientemente de las columnas; se ven las paredes, la Biblioteca Pública (rayadas), y desde luego el inmueble que tiene el museo de arqueología, todo dañándose por medio del graffiti“, agregó Flores.

Borrar la pintura de aerosol sobre la cantera, material con que están conformadas las columnas, representa un nivel considerable de dificultad, consideró Padilla.

“Los aerosoles son muy difíciles de quitar en ese tipo de piedra, porque es muy porosa y se absorbe, su eliminación implica un trabajo arduo para no dañar la superficies de las piedras, estoy hablando de un proyecto más integral, levantarlas, sustituir las piezas faltantes y los muros del museo; hay que hacer los respectivos estudios para conocer la composición de la piedra y así establecer la metodología”, explicó el experto.

La falta de vigilancia es uno de los factores importantes del problema. En este recinto sólo hay un guardia y está encargado del cuidado de las piezas que se exponen, por lo que no puede poner atención en el exterior, dijo Flores.

“Los oficiales que custodian la parte interna del museo no son los indicados, porque ellos tienen su propia comisión, aquí sería la Policía Municipal, que tienen que hacer sus rondas”, explicó.

Cada sábado, con el Tianguis Cultural, los jóvenes van y descansan en el área verde que esta detrás del Museo, pero no sólo eso, sino que algunos no respetan los edificios y dañan las estructuras con graffiti.

“Varias ocaciones, a las autoridad les he dicho, les he manifestado (la falta seguridad), y sí, no digo que no han ido (a vigilar, pero) le dan la vuelta y se van. Eso no es vigilancia, y van a las 10:00 de la mañana, cuando apenas el tianguis se esta poniendo, la situación viene de las 14:00 hacía a bajo”, agregó.