Las autoridades jaliscienses se pasan la bolita, desprendiéndose de la responsabilidad de atacar el graffiti, pero en otras partes del mundo, sus pares les ponen la muestra sobre cómo abatir el vandalismo sobre las paredes.
En cuestión de multas, mientras en Zapopan la cifra más alta que pagan quienes rayan propiedad privada es de 2 mil 800 pesos, en Tlaquepaque llegan hasta los 9 mil pesos, pero siguen muy lejos de otras partes del mundo donde se castiga el vandalismo con mayor severidad: en Madrid, la infracción le puede costar al responsable el equivalente a 94 mil pesos.
Además del dinero que destinan a limpiar paredes, en Estados Unidos le apuestan a otro tipo de acciones. Por ejemplo, las autoridades de Chicago, Illinois, con una población de 2 millones 800 mil personas, presupuestaron 6.5 millones de dólares en el 2006 para remover el graffiti y para un programa educativo y preventivo.
El problema no es nuevo y las estrategias se fortalecen. Desde 1984, la ciudad estadounidense de Filadelfia creo un programa llamado Red Antigraffiti para atacar el problema y en Reno, Nevada, la Policía reparte paquetes para limpieza de las paredes dañadas.
La experiencia ha demostrado a las autoridades que la mejor manera de conseguir resultados es motivando la participación ciudadana, como en San José, California, donde hay una red de 2 mil 600 voluntarios que limpian las calles y vigilan los sitios más usados por los vándalos. ¿El resultado? Desde 1997 se ha reducido el problema en un 97 por ciento.
El sitio de Internet Graffiti Hurts es un compendio de estrategias y datos aportados por diversas comunidades de Estados Unidos que comparten consejos para combatir el “arte” callejero.
En la dirección www.graffitihurts.com, los cibernautas pueden encontrar todo tipo de información respecto al problema, desde los mejores métodos para quitar la pintura de las paredes, hasta estadísticas sobre la inversión que hace el Gobierno en campañas de limpia y educación.
Otras de las estrategias conjuntas entre Gobierno y sociedad civil que han demostrado dar buenos resultados son campañas de información permanente en medios de comunicación para anunciar resultados, concientizar a los ciudadanos a que denuncien el vandalismo y que desmotiven a los jóvenes a graffitear paredes, según Graffiti Hurts.
En algunas ciudades de Estados Unidos, como Kansas City y San Diego, a los culpables se les sugiere que acudan a las escuelas a decirles a los jóvenes que no caigan en la tentación de “marcar” los muros y a cambio les reducen los castigos.
Sale caro
Topes máximos que se aplican en algunos lugares por graffitear paredes:
Madrid | $94,000 |
China | $11,000 |
Zapopan | $2,800 |
Tlaquepaque | $9,000 |