En siete meses de operación, el departamento para el Control del Graffiti ha eliminado las pintas en 85 mil metros cuadrados en avenidas principales, edificios, casas y muros. Roberto Núñez Cham…
En siete meses de operación, el departamento para el Control del Graffiti ha eliminado las pintas en 85 mil metros cuadrados en avenidas principales, edificios, casas y muros.
Roberto Núñez Cham reconoció que es imposible erradicar totalmente el graffiti, pero la intención es aminorar su impacto, sobre todo en su ruta permanente de vigilancia.
Indicó que la solución no es limpiar muros sino crear conciencia para prevenirlo a través de actividades.
“Lo ideal que se tendría que hacer es crear una consciencia en la ciudadanía, no es el objetivo incrementar gente limpiando, sino mejor que la ciudadanía nos ayude a prevenirlo con la educación de sus hijos, con el cuidado de sus muros”, aseveró.
Para poder hacer estos trabajos sólo tienen 15 personas, quienes tienen que cubrir también las reincidencias que siempre aparecen en menos de 24 horas y con una frecuencia del 20 ó 25 por ciento de lo rehabilitado.
La ruta permanente donde borran el graffiti la conforman 19 avenidas principales como Patria, Avenida Clouthier, López Mateos, Mariano Otero, entre otras, y supervisar 4 túneles, 10 puentes y pasos a desnivel, 52 manzanas, 4 ingresos carreteros y 4 límites municipales.
Calculó que a la semana gastan 100 cubetas de pintura, es decir, cerca de 30 mil pesos, los cuales considera no son desperdiciados, porque ayudan a crear conciencia y aminorar el impacto visual.
Núñez Cham señaló que reciben reportes en el teléfono 3818-2200 extensión 3203 para quitar el graffiti.
Dentro de 15 días, esta dirección arrancará los programas de concientización a través de charlas informativas principalmente en primarias y secundarias, porque a esa edad es cuando se da el problema.
El objetivo será crear conciencia sobre el problema, que conozcan la historia del graffiti y puedan apreciar que el estilo decorativo es mejor que el tagg, mejor conocido como las placas, porque éste último sólo ensucia.
Otro programa llevado a la práctica es el denominado Apoyo comunitario, para limpiar las colonias afectadas donde las proveen de material como pintura y brochas y los vecinos ponen la mano de obra.