¡Sorpresa! Sale de su casa y descubre que la barda está pintada. ¿Le ha pasado? Avanza por las calles y la Ciudad misma está llena de garabatos que no entiende.
La lucha que día a día libran ciudadanos y autoridades contra el graffitise antoja parte de una batalla perdida.
Sólo en la ZMG, los Ayuntamientos gastan más de 40 mil litros de pintura al año en limpiar las marcas que dejan en bardas y edificios.
Los cerca de 200 tambos de pintura, con la misma cantidad de litros cada uno, se utilizan para borrar graffitis que al día siguiente serán sustituidos por otras “firmas” nuevas.
Los Ayuntamientos aceptan en los grafitteros un problema difícil de erradicar, pues además de que “rayar” o marcar el territorio es una práctica que va en aumento, las leyes municipales no ayudan a combatirlo.
En Guadalajara, la dirección de Ecología reconoce al graffiti como un problema que afecta a toda la Ciudad, que ensucia desde pasos a desnivel, monumentos y hasta la Catedral ha sido objeto de pintas de muros. Una situación similar ocurre en Zapopan y Tlaquepaque, entre otros.
Al mes en Guadalajara, en promedio, se borran más de 3 mil metros cuadrados de graffiti.
Uno de los problemas para combatirlo es que los Municipios consideran en sus reglamentos esta acción como una falta administrativa que se castiga con multas o arresto por hasta 36 horas, lo que se puede canjear por trabajo comunitario.
Las sanciones en los Municipios van desde 5 salarios mínimos hasta 180, pero el problema no decrece.
En marzo del 2006, en la anterior Administración tapatía, el entonces síndico Gustavo González, presentó dos iniciativas en el Congreso para modificar el Reglamento de Policía y Buen Gobierno y que se incluyera en el Código Penal el graffiti como delito.
Lo anterior implicaría que el graffiti se persiguiera de oficio, es decir, no tendría que haber denuncia de por medio, y habría sanciones más severas.
Esta propuesta la presentó González ya como diputado en octubre del 2007, pero la vetó el Gobernador Emilio González Márquez.
La iniciativa causó polémica porque en su exposición, el legislador comparó a los graffiteros con perros, pues ambos, dijo, lo que hacen es marcar su territorio.
El graffiti ha trascendido. YouTube se ha convertido en un foro donde a través de videos, los jóvenes presumen las acciones que realizan.
Y mientras esto ocurre, cada Municipio ataca el problema conforme a lo que las leyes le permiten; de medidas preventivas poco se ve.
Otras experiencias
Hay ciudades en EU con reglamentos específicos para sancionar a los que graffiteen.
· En Albuquerque, Nuevo México, los graffiteros son sujetos a procesos penales en los que incluso, se involucra a los padres como responsables.
· En Milwaukee, Wisconsin, las penas incluyen, además de las multas, prisión y la participación en actividades comunitarias. También hay programas de concientización.