La madrugada no ayudó a un adolescente a lograr dejar su huella sobre los muros de Guadalajara., El menor fue sorprendido por agentes tapatíos la madrugada de ayer cuando pretendía hacer pintas tipo graffiti en la pared.
El acusado, de nombre Ramón, de 15 años, fue llevado a las instalaciones de Seguridad Pública de Guadalajara luego de que elementos municipales lo sorprendieron realizando una pinta sobre la fachada de un domicilio de la Colonia Jardines del Regente, mencionó personal de la corporación.
Se indicó que policías tapatíos, mientras realizaban su recorrido de vigilancia sobre la zona Tetlán, observaron que sobre la Calle Presa Osorio, entre Nazareth y Presa Solís un joven que traía un envase con pintura en aerosol hacía una pinta sobre la fachada de un domicilio.
Los policías de la unidad G-645 aceleraron su marcha y retuvieron al menor, quien al ver que se acercaban los agentes municipales se echó a correr para tratar de perderlos entre las calles más próximas, cuya iluminación no es muy buena.
Ramón reconoció ante las autoridades que sobre Presa Osorio estaba pintando la fachada de la finca 3608 la cual se encuentra abandonada.
Al adolescente se le aseguró un envase de pintura color negro en aerosol con el cual estaba haciendo múltiples rayas en una superficie aproximada de seis metros cuadrados de la fachada de la finca dañada.
Después de ingresar a las instalaciones de la Policía de Guadalajara, el joven quedó a disposición del departamento de Trabajo Social quien a su ves lo remitiría la Dirección de Mejoramiento urbano para reparara los daños mediante trabajo comunitario.
A principios de año las autoridades del Ayuntamiento tapatío promovieron una campaña contra los graffiteros, luego de tres jóvenes fueron acusados de pintar con graffiti la base de cantera que sostiene la estatua de La Minerva.
La madrugada del 28 de enero del 2002 policías de Guadalajara detuvieron a José Luis Torres Sánchez, David Ramos Rivera y Abraham Aguilar Márquez, luego de que se les señaló como los responsable de pinta a La Minerva.
Como castigo los graffiteros deben limpiar el lugar donde dejaron su pinta además tienen que hacer trabajo comunitario borrando otras pintas.
El Ayuntamiento de Guadalajara contempla en su reglamentación una multa de 100 días de salario mínimo y hasta un arresto de 36 horas a quien sea sorprendido dañando con graffiti edificios públicos y privados así como monumentos.