Aunque el Teatro Degollado ya ha sido objeto de daños, graffiti e incluso se han robado fragmentos de la balaustrada, no se tenía noticia de un acto de vandalismo como el que ocurrió la madrugada del lunes: que cubriera las ocho columnas centrales del pórtico y que además enviara un mensaje con la palabra “darkness” (oscuridad).
“Estamos hablando de una falta de respeto a un símbolo colectivo, querer imponer un símbolo sobre el símbolo, es una cosa verdaderamente grave, lo que procede es la restitución del daño”, expresó el arquitecto perito del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Ignacio Gómez Arriola.
“Por el hito que representa, lo mínimo que debe hacer la autoridad es poner a los chavos a limpiar, eso sentaría un buen precedente para los graffiteros de que hay zonas en las que sí y zonas en las que no se puede; nadie está en contra de que las tribus urbanas se manifiesten, pero el punto es dónde y cómo lo haces”.
Además del Degollado, el Museo Regional y otros monumentos fueron graffiteados la madrugada del lunes, como la cabeza de Quetzalcóatl y equipamiento urbano de la Plaza Tapatía.
También una finca de valor histórico ubicada en Pino Suárez 105 esquina con Independencia y el templo de San Agustín sufrieron daños, según personal del INAH.
Durante la madrugada del lunes dos adolescentes de 16 años fueron detenidos por graffitear el Degollado y en el momento se les aseguró una mochila con 15 latas de pintura en aerosol.
Los deterioros en la Plaza Tapatía fueron reparados ayer mismo por el Ayuntamiento de Guadalajara y en el caso del Teatro Degollado, las obras de restauración comenzaron pocas horas después de los hechos, aunque durarán entre dos o tres días, anticipó Herrera, aunque trascendió que las estimaciones para reparar cada columna del Degollado podrían ascender hasta 25 mil pesos.
El INAH realizó un diagnóstico, a cargo de Martha Leticia Ulloa, a los daños aplicados en los monumentos para determinar la gravedad e iniciar la restauración.
A esos recursos se suman las demandas interpuestas por la SCJ ante la Fiscalía del Estado por daños ocasionados al patrimonio.
Luego del dictamen pericial, cuatro empleados de la SCJ empezaron la intervención en el Degollado con la aplicación de un gel a base de solventes para remover la pintura, para luego realizar la limpieza de las columnas.
En el Museo Regional se realiza un diagnóstico, porque los jóvenes realizaron marcas en los muros de Pino Suárez e Independencia.
Una de las paredes ya registraba deterioros y no puede ser repintada sin antes hacer un análisis más profundo, aclaró su director Roberto Velasco Alonso.
La Ley dice
El Degollado y el Museo Regional son monumentos históricos por determinación de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas.
Artículo 52
“Al que por cualquier medio dañe, altere o destruya un monumento arqueológico, artístico o histórico, se le impondrá prisión de 3 a 10 años y multa hasta por el valor del daño causado”.
Aunque hay pena de cárcel para quien dañe el patrimonio, el arquitecto del INAH, Ignacio Gómez Arriola expresa que desde que se promulgó la ley muy pocos casos han aplicado la privación de la libertad.