Platica ‘El Pepe’ cómo inicia sus trabajos con brocha y ahora utiliza el aerógrafo
Cuando pintaba un Cristo en una barda fuera de su casa le ofrecieron su primer trabajo como rotulista, y después de pintar un mural con la imagen de Cristo a una pareja, no ha tenido un día sin trabajo; José de Jesús Sánchez Rodríguez asegura que Cristo es el guía de su vida, no sólo pinta murales con su imagen, al parecer se trata de una relación diferente. “De eso me acuerdo bien, unas personas me mandaron a hacer un mural en una casa, pinté un Cristo, eso fue con la brocha antes de usar el aerógrafo, y desde ese día no ha pasado un día en que no tenga trabajo”. Desde niño le atrajo la pintura, de hecho empezó a ‘entrarle’ al graffiti con las bandas de su rumbo porque le atraía eso de ‘andar pintando’ en las paredes, poco a poco fue entrando a ese mundo y fue adquiriendo respeto por ser uno de los que mejor pintaba, en ocasiones le pedían que pintara los nombres de otros miembros de la banda. “A mí me gustó la grafiteada porque siempre dibujaba y cuando tenía oportunidad de tener un spray ponía ‘El Pepe rifa’ y un buitre en un árbol ahí nomás esperando”, recordó. “Me tocó ver cuando unos llegaban con sus sprays y ponían su firma o tachaban lo de otro barrio y a veces se armaba la bronca por ese tipo de cosas”. José de Jesús fue algo así como un peregrino de barrios, perteneció a más de cinco bandas de las inmediaciones de la ex Penal de Oblatos, hoy a sus 30 años tiene su local de rótulos sobre la calle Medrano y participa activamente en Barrios Unidos con Cristo. A los 17 años dejó de pintar en las bardas, y decidió dedicarse de lleno a lo que le gustaba hacer, como asistente de un rotulista, poco a poco fue aprendiendo nuevas técnicas y formas, pintaba con brocha, sabía algo de tatuajes y se especializó en el aerógrafo. El aerógrafo es un instrumento parecido a una pluma con una manguera que pinta expulsando la pintura con aire, es el mismo principio de los sprays, pero con compresora de aire y recipientes de pintura intercambiables. José de Jesús acaba de realizar un mural con la imagen de Cristo sostenido por un ángel en las instalaciones de Barrios Unidos con Cristo, dentro de la Unidad Deportiva de la ex penal. “El Pepe”, como le apodan, considera que la causa principal por la que los jóvenes entran a bandas a grafitear y a las drogas es por la soledad que sienten, la falta de comprensión y de espacios para expresarse. “El graffiti es una manera de expresarse, un desahogo, una manera de decir no estoy a gusto con ustedes, con usted o con la sociedad, a mí me vale, le rompo sus reglas, le pinto su casa nueva, y se la pinto porque es una manera de rechazar y de decir yo también aquí estoy y me vale queso”, comentó. El problema que hay con el Gobierno es que no hacen las cosas bien, cuando hay concursos y cosas así hay muchos intermediarios, y a veces ni se entregan los premios, aseguró “El Pepe”. “La banda puede ser muy rebelde, pero es muy noble, y cuando una vez tú tienes un amigo en la banda da la vida por ti, y si alguna vez lo traicionas ves la otra cara de la moneda totalmente, yo creo que eso es lo que pasa ahorita con la sociedad, están traicionados, les ven la otra cara de la moneda, el día que les llegue algo de verdad se mueren en la raya por ti”. Cree que la juventud necesita tener motivaciones, y que tener el reconocimiento de la gente de su barrio es un soporte para que ellos puedan seguir adelante, que en sus mismas casas los impulsen y no sólo los critiquen por hacer ciertas cosas, que les den espacios en dónde rayar, que si alguien sobresale tenga oportunidades de becas, de seguir adelante y no estancarse. Hay varios tipos de grafiteros, según “El Pepe” están los que pintan en sus barrios y no pueden salir de ellos porque tienen pleitos a muerte con otras bandas, así que marcan su territorio para que tampoco se metan con ellos; y están los que pintan y andan por la ciudad, que no tienen broncas con nadie, y que lo hacen como un reto a las autoridades. “Sí hay diferencia, la gente que vive problemas de muerte no puede salir de su barrio y pinta para decir que ahí está, los que sí andan por la ciudad son más libres, o a lo mejor son gente que no se mete en broncas, simplemente le gusta rayar y hacer desmadre y el spray es un buen pretexto”. “Puede ser diferente la actitud, pero creo que el fondo es el mismo, la falta de atención, la soledad “, concluyó